Q. ¿Por qué permite Dios el mal en el mundo? ¿Por qué permite Dios que la gente se haga daño?
A. Porque Él es amor.
Nos encanta la idea de que Dios es amor - odiamos la idea de que Dios es amor. He aquí por qué.
Si encerrara a mis hijos en una habitación acolchada, pensarían que soy cruel. Reconocemos que el amor ofrece libertad para elegir.
Nos encanta la idea de que Dios nos da la libertad de elegirle. Nos encanta la idea de que Dios es un Padre bueno que nos ama pase lo que pase. Nos encanta la idea de que Dios toma los resultados de nuestro pecado y lo experimenta por nosotros en la cruz. Nos encanta la idea de que Dios nos perdona y nos restaura cuando pecamos. Nos encanta la idea de que Dios quiere que seamos como él y que caminemos en el amor.
Pero también odiamos la idea. Odiamos la idea de que Dios dé a otros la libertad de hacernos daño. Odiamos la idea de que Dios no intervenga para protegernos de las consecuencias de nuestras propias decisiones y de las decisiones de los demás. Odiamos la idea de que Dios desafíe nuestras creencias más arraigadas sobre cómo es el amor y cómo funciona. Odiamos la idea de que el amor de Dios se da a los demás tanto como a nosotros. A veces.
Si Dios es realmente el creador, Él es la fuente de la vida. Para experimentar la vida necesitas alinearte con Él. Cuanto más te alejas de Dios, menos vida experimentas y más muerte experimentas. Otra forma de decir esto es: a medida que te alejas de la naturaleza de Dios, experimentas niveles de muerte. No nos gusta la idea de que a medida que nos alejamos de Dios, Él nos da la libertad de experimentar los extremos de nuestra propia decisión - y Él no interviene para detenernos. No nos gusta parte del amor de Dios.
No soy fatalista. No creo que "todo sucede por una razón". Pero tengo esperanza porque Dios tiene la capacidad de "dar razón a todo lo que sucede". Dios tiene la capacidad de crear el bien a partir de todos los errores que cometemos nosotros y los demás. Porque Él es amor.
En la Biblia, en el libro de los Salmos, vemos que David hizo a Dios esta misma pregunta. "Dios, ¿por qué permites que la gente mala florezca?"
Romanos 8:28-39