Un sábado, mientras Jesús caminaba por unos campos de cereales, sus discípulos empezaron a partir cabezas de grano para comérselas. Pero los fariseos le dijeron a Jesús: "Mira, ¿por qué infringen la ley cosechando grano en sábado?". Jesús les dijo "¿No has leído nunca en las Escrituras lo que hizo David cuando él y sus compañeros tuvieron hambre? Entró en la casa de Dios (durante los días en que Abiatar era sumo sacerdote) e infringió la ley comiendo los panes sagrados que sólo los sacerdotes pueden comer. También dio un poco a sus compañeros". Entonces Jesús les dijo, "El sábado se hizo para satisfacer las necesidades de las personas, y no las personas para satisfacer los requisitos del sábado. Así que el Hijo del Hombre es Señor, ¡incluso sobre el sábado!".
Marcos 2:23-27
Dios es el primero que descansa y declara que el descanso es esencial (Génesis 2:2-3). Tan esencial que se convierte en uno de los diez "deberes" de la nación de Israel (Éxodo 20:8-11). Cuando sufren calamidades por no ser una prioridad (Nehemías 13:18), sus líderes comienzan a imponerlo mediante treinta y nueve prohibiciones (Mishnah Tractate Shabat 7:2). En este pasaje, Jesús y sus discípulos se enfrentan a los fariseos porque "trillar" es una de esas prohibiciones.
Jesús recuerda a los líderes que la idea del descanso sabático fue dada por Dios para nuestro beneficio. Habían visto el sábado a través de la lente de un Dios que responde con ira - "si no guardas el sábado, Dios no estará contento". Jesús les presenta una imagen de Dios que creó el Sabbath con motivos amorosos - "El Sabbath está hecho para satisfacer las necesidades de la gente."
El descanso intencionado es una declaración de fe en Dios. Que somos limitados y que Él tiene el control como nuestro creador, proveedor y sustentador. Que así como fuimos creados para trabajar en lo que Él nos ha dado, también fuimos creados para detenernos y disfrutarlo. Necesitamos descansar para refrescarnos, rejuvenecernos y recargarnos.
Como personas propensas a trabajar, podemos aprender a confiar en Dios y a descansar intencionadamente porque es así como Él nos diseñó para funcionar en perfecto equilibrio.